Por Clara

¿Por qué asumo en el contexto actual la necesidad de irme a la zona rural en una lucha milagrosa?

Porque:
1. La clase opresora esta milagrosamente dominándonos. Y como dice Lenin “una clase oprimida que no aspire aprender el manejo de las armas, a tener armas, esa clase oprimida solo merecería que se le tratara como a los esclavos”.

Porque:
2. Colocando el armamento en defensa del Pueblo aseguramos los derechos que siempre se nos a sido arrebatados.

Porque:
3. “Sólo después de haber desarmado a la burguesía podrá el proletariado, sin traicionar su misión histórica universal, convertir en chatarra toda clase de armas en general y así lo hará indudablemente el proletariado, pero sólo entonces de ningún modo antes” Lenin

Porque:
4. Desde las montañas podremos conservar y cuidar la vida de los militantes que están amenazados, que no tienen unas mínimas garantías de seguridad en el lugar donde habitan.

Porque:
5. “Nuestra consigna debe ser: armar al proletariado para vencer, expropiar y desarmar a la burguesía. Esta es la única táctica posible para la clase revolucionaria. Táctica que se desprende de todo el desarrollo objetivo del militarismo capitalista y que es prescrita por el desarrollo” Lenin

Porque:
6. Los primeros nueve años de mi vida los viví en las veredas de mi Pueblo y sé que puedo bandear situaciones que se me presenten….

Porque:
7. Tuve la oportunidad de compartir con los camaradas en la zona rural y considero que son combatientes seguros de que VENCEREMOS.

Porque:
8. “La militarización penetra ahora toda la vida social. El imperialismo, es una lucha encarnizada de las grandes potencias por el reparto y la distribución del mundo, y por ello tiene que conducir inevitablemente a un reforzamiento de la militarización en todos los países, incluso en los neutrales y pequeños. ¿Qué harían frente a esto las mujeres proletarias? ¿Limitarse a maldecir toda guerra y todo lo militar, limitarse e exigir el desarme? Nunca se conformaran con el papel tan vergonzoso las mujeres de una clase oprimida que sea verdaderamente revolucionaria”. Lenin

Porque:
9. Creo firmemente en que este Ejército del Pueblo y el Pueblo latinoamericano en la medida que logre la toma del poder del proletariado podremos exterminar, destruir el imperialismo.

NOTA: comparto este pensamiento con todos y todas mis camaradas para que se decidan e ingresen a las filas y saquemos adelante este proyecto misionero.

Un abrazo rebelde y firme desde algún lugar de Colombia.
Por una Nueva Colombia, la Patria Grande y el Socialismo.

HOMBRES Y MUJERES, LAS IDEAS PERDURAN. GLORIA ETERNA A LA MEMORIA DE RAÚL E IVÁN.





El primero de marzo de 2008, en una operación conjunta del ejército colombiano y fuerzas de seguridad norteamericanas, violando en forma descarada la soberanía de la hermana república del Ecuador, dirigidas y orientadas desde las bases gringas de Tres Esquinas en el Caquetá, y Manta en el Ecuador, murió nuestro comandante Raúl Reyes cuando dedicaba todos sus esfuerzos para desbrozar los caminos que nos permitieran confluir con todos aquellos, que al igual que nosotros, sueñan con una Colombia en Paz con Justicia Social, Dignidad y Soberanía.

Un golpe sensible para nuestra organización. Pero mucho más, fue una puñalada trapera a la posibilidad real de conquistar la paz en Colombia. Lo que hasta ese momento se había forjado fue destruido de un solo tajo. Raúl, digno representante de la clase obrera colombiana, venía concertando contactos con voceros de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional en aras de impulsar y hacer realidad el Acuerdo Humanitario y sentar las bases para iniciar la búsqueda de la salida política al conflicto colombiano. Raúl fue un fiel intérprete de la vocación de paz de las FARC-EP, en función de lo cual no escatimo esfuerzo ni sacrificio hasta llegar a ofrendar su vida.

No satisfechos, los enemigos de la paz encabezados por Álvaro Uribe, tomando como base documentos incautados realizaron un burdo montaje contra personalidades de Colombia y el exterior con el único propósito de taponar hasta el más mínimo resquicio que nos permitiera seguir avanzando en la construcción de soluciones distintas a la guerra.

Olvidaron que la esencia de la FARC-EP y sus razón de ser es la Paz, entendida como la reconciliación y la reconstrucción de nuestra Patria sobre la base de parámetros nuevos que garanticen la repartición equitativa de la riqueza que produce nuestro laborioso pueblo, que erradique la miseria, que garantice la participación de todos en las grandes decisiones, en resumen, que priorice al ser humano y su entorno. De ahí que hemos seguido reconstruyendo esos senderos por encima de la adversidad y enfrentando la mayor ofensiva mediática y militar que organización alguna haya sufrido en América Latina. Muestra fehaciente son las liberaciones unilaterales de prisioneros de los últimos días.

Siete días después muere nuestro querido comandante Iván Ríos, asesinado de forma aleve y traicionera. Crimen que pasará a la historia universal de la infamia. Toda la orgia mediática y las declaraciones de los personeros del régimen que se generaron alrededor de esta felonía, pusieron de presente una vez más su catadura fascista y los valores morales y éticos que los identifica.

Con la muerte de Iván perdió Colombia otro adalid de la Paz. Nunca olvidaremos su trabajo diligente y constante en aras de construir consenso, su jovialidad, optimismo y la profunda confianza en el proyecto fariano.

Desde estas trincheras que durante años compartimos con Raúl e Iván, a un año de su desaparición física, podemos decirles que otros han ocupado sus puestos y hemos redoblado esfuerzos en aras de hacer realidad la construcción de la Patria Grande y el Socialismo, garantía para que haya Paz en Colombia.

Gloria eterna a la memoria de Raúl e Iván.


Montañas de Colombia, Marzo 1 de 2009
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP

PARTE MILITAR DEL BLOQUE ORIENTAL DE LAS FARC-EP


1. A partir del dos de enero de 2009, guerrilleros pertenecientes a diversas unidades de seguridad del Bloque Oriental de las FARC-EP, reiniciaron combates con efectivos del ejército estatal en diversos puntos de Guayabero, Leyva, Reyes, Moja Bola, Perdido Norte, Chigüiro, Platanillo Sur, Guaduas, Perdido Sur, Santo Domingo Sur, Reserva, Mansitas, Candilejas y Santander, entre otros lugares.

2. Hasta el 18 de enero, desde los diferentes sitios de confrontación recibimos reportes de acciones que resumimos en la siguiente información:

- 35 hostigamientos.
- 6 choques.
- 9 peleas con compañías completas.
- Situaciones varias en que se activaron 83 minados.

3. Resultados: más de 100 bajas enemigas entre muertos y heridos graves.
Propios: 5 guerrilleros muertos y 8 heridos.

4. El Estado Mayor del Bloque Oriental, informa: a. que la mayor parte de los muertos y heridos del enemigo han sido evacuados del área de confrontación; b. que todos los batallones fueron reforzados y han tomado puesto de combate en sitios fortificados; c. en todas las áreas donde se han producido los combates se presentan intensos bombardeos con artillería y aviación.

5. Las unidades del Bloque Oriental de las FARC-EP, mientras desarrollan las misiones pertinentes para cumplir con el plan de liberaciones en el que se comprometió nuestra organización, mantiene la firme resistencia contra las tropas de la fascista “seguridad democrática” uribista.

Los guerrilleros de las FARC-EP y todo el caudal de organizaciones de masas que nos apoyan hemos ocupado el primer lugar en la línea de fuego, hasta la victoria o hasta la muerte. Nuevos combatientes valerosos ocupan el lugar de nuestros muertos, heridos y prisioneros.

Hemos jurado vencer y venceremos.

AL AIRE CRB, CADENA RADIAL BOLIVARIANA VOZ DE LA RESITENCIA, TRANSMITIENDO DESDE LA CORDILLERA DE LOS ANDES, RINCON DE LUCHA Y DIGNIDAD.

Nuestra patria es América.
Hemos jurado vencer y venceremos.

Fuente: Abpnoticias.com

ASÍ ES LA LUCHA, ASÍ ES LA VIDA

Colombia, la falsa democracia que apesta

Por: GABRIEL ANGEL

Sale a la luz pública una declaración judicial del tal don Berna, extraditado por Uribe a los Estados Unidos. En ella se consigna, tal como lo difunden las agencias internacionales, que el hasta hace unos meses Comandante del Ejército de Colombia, general Montoya, por la época Comandante de la Cuarta Brigada del Ejército, pactó con los grupos paramilitares un plan de acción conjunta para la erradicación de la presencia guerrillera en las comunas de Medellín en el año 2002. Da cuenta el tal don Berna de las masacres indiscriminadas practicadas en esa ciudad por sus hombres, aliados y hermanados con los buenos agentes de la Policía Nacional que dirigía en la capital antioqueña el general Gallego, y con las juiciosas tropas subordinadas a las órdenes del general Montoya.



Es el mismo general Montoya a quien Uribe tuvo que sacar a toda prisa del Ejército por cuenta del escándalo de los falsos positivos. El que fue calificado de héroe de la patria y ejemplo para las generaciones futuras por el propio Presidente al aceptarle la renuncia. Resulta imposible evitar la asociación con el caso del general Rito Alejo del Río, investigado y absuelto por las vinculaciones con el paramilitarismo de Urabá, hasta cuando Mancuso lo señaló como el hombre que inculcó a los paramilitares la necesidad de portar uniformes militares y darse aires de organización política. De nuevo sindicado, el general del Río afronta procesos por cuenta de las declaraciones de otros jefes paramilitares que lo vinculan a operaciones conjuntas de exterminio. También él fue declarado héroe nacional por Uribe, quien incluso organizó en su favor un homenaje de desagravio que el país no olvida.



Estos hechos que hasta para un retardado mental indican la catadura moral, los intereses y la verdadera condición del Presidente y el régimen político que lo sustenta, con toda seguridad que contribuirán a aumentar su popularidad en las encuestas. No es extraño que suceda. En días recientes, los medios difundieron con toda amplitud los resultados de un estudio supuestamente muy serio, según el cual la inmensa mayoría de colombianos están completamente de acuerdo con la persecución del ejecutivo a las cortes y aplaudirían sin objeción cualquier medida adoptada por el Presidente para aniquilar definitivamente la fastidiosa oposición legal a su gobierno. Lo que verdaderamente queda claro para quien quiera ver, es que un personaje como Uribe merece toda la confianza de quienes promocionan y difunden los resultados a su favor obtenidos en las pomposas consultas a la opinión pública.



No es la voz del pueblo la que se expresa en las encuestas. Es la voz del imperio y la oligarquía que con el mayor desenfado suplantan la voluntad popular, mediante una manipulación mediática que haría rabiar de envidia a los propagandistas nazis del Tercer Reich. Si hay algo que los grandes medios de comunicación colombianos practican, es la consigna hitleriana de que toda mentira repetida cien veces se convierte en verdad. Llaman por ejemplo democracia, o régimen democrático o instituciones democráticas, al marco constitucional y legal vigente en Colombia. Régimen que si se lo examina en la realidad material y no en el discurso académico, se revela en toda su crudeza como la más perfecta representación del terrorismo de Estado. No es cierto que exista una democracia colombiana. Ni que existan instituciones democráticas por salvar de la arremetida uribista. Dentro de los rigurosos marcos de la legalidad, no hay lugar sino para quienes estén con el régimen y lo defiendan.



No percatarse de esa verdad constituye el más peligroso descuido de los dirigentes de la oposición. Allá cada quien con su táctica de lucha, es una virtud humana concebir toda clase de caminos para avanzar, sin apegarse a uno solo. Mal podríamos condenar a quienes exponen su vida y su libertad por causa de una idea noble. Pero no pueden desconocerse la fiereza y la brutalidad del enemigo al que se enfrenta. Constituye un pecado mortal irreparable dejarse adormecer por sus cantos de sirena. Más que ingenuidad, llama a sospecha ese tipo de pensamiento según el cual, con tal de frenar la reelección de Uribe, vale considerar aliarse hasta con el demonio. No se puede incurrir en el error de creer que el enemigo es Uribe y no la clase o los intereses que él representa. El esfuerzo del movimiento popular debe estar dirigido a fundar una Colombia nueva, a crear y consolidar una democracia verdadera, no a oxigenar ese remedo apestoso de democracia que excluye por completo la voluntad de las mayorías.



Porque es la opinión de las grandes mayorías colombianas la que no cuenta en las decisiones del Estado y del gobierno. Eso hay que sentirlo y decirlo sin miedo. A los colombianos hace mucho tiempo que lograron embutirles en la cabeza que sus intereses son en realidad los de las minorías. Como si las pretendidas mayorías que conducen el Estado no hubieran accedido al poder mediante un paulatino y creciente imperio del terror y la muerte. Como si no estuviera certificado de mil modos distintos, que sus discursos de paz y seguridad están lanzados desde una pila impresionante de cadáveres despedazados por sus motosierras. Como si para llegar allá no hubieran requerido de décadas de desangre de la oposición inerme. De la más repugnante corrupción, de las más tenebrosas alianzas criminales. Es esa farsa lo que llaman democracia en Colombia, país donde las llamadas minorías tienen el sagrado derecho de pensar como los gobernantes so riesgo de morir o podrirse en una cárcel.



Es completamente falso que la nuestra sea una nación de derecha, fascista, ultrareaccionaria. Así es desde luego la clase que se ha hecho al poder y pretende hacerse pasar por las mayorías. La clase que convirtió las fuerzas armadas en su partido político. Cada soldado, cada policía, cada pensionado por el Ministerio de Defensa, cada agente del gobierno tiene la obligación de afiliar a su familia y a sus subordinados a las huestes del régimen. Desde los más humildes barrenderos hasta los más pedantes funcionarios de cada departamento, municipio o institución pública de cualquiera de los niveles de la Administración, deben figurar en las redes de cooperantes del régimen si no quieren quedarse sin el puesto o la cabeza. Cada empresario industrial o agrícola, del sector financiero o el comercio está obligado a movilizar sus trabajadores para atender sin demora los llamados oficiales. Es a eso lo que los grandes medios de comunicación aplauden como la atronadora voz del pueblo colombiano.



Y es eso lo que no puede tragarse ingenuamente la izquierda, convencerse a sí misma de que es una minoría condenada a perder si no se presenta aliada con voceros caracterizados del régimen. Si no juega de manera exclusiva con las reglas impuestas por ellos. ¿Que así es muy difícil la lucha? Si lo sabremos nosotros que salimos de allá esquivando los sicarios. ¿Que en esas condiciones estará eternamente condenada a ser oposición y no gobierno? Es lo que repiten algunos airados. Los que temen perder la bendición tan largamente suplicada al Establecimiento. Los que piensan que lo importante es ascender, aunque sea para lamerle los tacones a los de más arriba. Los que no creen realmente en la fuerza del pueblo, los que perdieron hace mucho su vocación de lucha, los que piadosamente hacen cola para ser absueltos. Los inventores de novísimas teorías.



Teorías como las de que el neoliberalismo ya no existe. Que quienes impusieron la flexibilización laboral, las privatizaciones y la apertura económica hoy día piensan distinto ante el fracaso del modelo. Que hoy son demócratas, mentes progresistas enemigas del fascismo. Invocan como prueba la nacionalización de la banca en Gran Bretaña y algunos otros países europeos, la amenaza de Obama de nacionalizar en los Estados Unidos. Aseguran que la revaloración del papel del Estado es el golpe mortal a las tesis neoliberales. Como si simplemente la banca no se estuviera salvando y refinanciando con los dineros de todos, para luego volver a las manos de sus únicos y avaros propietarios. Como si en lugar de estar dando la mano a los grandes consorcios multinacionales para ayudarlos a sortear la crisis, los Estados tuvieran en curso un plan de salvamento para los millones de obreros y trabajadores.



El afán de reconocimiento por parte de los poderosos mueve a tentaciones infames. Hace olvidar la clase a la que se dice representar y defender. A veces, lo que no consigue lograr el terror con sus métodos ejemplarizantes, lo consigue la ambición con sus raposerías. La claudicación de los principios, la apostasía de los ideales. Eso me hace recordar la reciente captura de un dirigente sindical en un campamento guerrillero. El régimen está de fiesta. Exige humillantes explicaciones a la dirigencia obrera. Advierto que no he visto jamás a esa persona. Que ignoro si realmente será lo que dicen. Lo que no impide que afirme, que si en realidad representa los intereses de los campesinos y trabajadores del agro de este país, el lugar más indicado y digno donde pudiera encontrarse, era precisamente en un campamento de las FARC. Ese sí que no estaba en el lugar equivocado. Pase lo que pase con él. Así es la lucha. Sería impensable, en cambio, que él saliera a pedir todo el peso de la ley para algún compañero suyo sorprendido en las mismas circunstancias. Así es la vida.

Carta abierta de los prisioneros de las FARC-EP en la Penitenciaría Nacional de Oriente


De la terrible duda de las apariencias,
de la posibilidad de que hayamos sido engañados,
de que quizá la confianza y la esperanza no sean,
al cabo, sino especulaciones"
Walt Whitman


Carta abierta de los guerrilleros de las FARC – EP, prisioneros políticos en la Penitenciaría Nacional de Oriente, Acacias – Meta al pueblo de Colombia y la comunidad internacional:

Saludamos fraternalmente a todos los hombres y mujeres que creen posible un mundo mejor y les decimos que es para nosotros un imperativo moral seguir elevando la voz en contra del torrente que arrastra las esperanzas y el futuro de una nación en pro de los intereses mezquinos de las minorías empotradas en el poder.

El régimen uribista ha impreso un sello difícil de diluir, plagado de miseria, guerra, miedo, represión y persecución a un pueblo trabajador y digno, el cual ve morir a sus mejores hijos en una guerra que solo llegara a su fin cuando las contradicciones objetivas que la generan desaparezcan; es decir, cuando exista una democracia plena, una redistribución de la riqueza decente y coherente, un gobierno de mayorías alejado del servilismo al águila imperial que paga con medallas la sangre de los pueblos y cuando la motosierra recupere su puesto como herramienta de labor y deje de ser el arma predilecta del terrorismo para estatal.

No podemos asistir como convidados de piedra al espectáculo mediático de las capturas masivas contra campesinos inermes, resultado de la "eficacia" de la seguridad democrática; hombres que se pudren en vida en las universidades del crimen, como son estás, las cárceles del régimen, aquellos que son usados por el "sapo" para conseguir prebendas y alcanzar el lugar de insignia nacional al hundir jurídicamente a cualquiera, con el fin último de recibir una suma de dinero determinada bajo el nombre de recompensa a los colaboradores, la cual es la base de la política oficial de la Casa de Nariño, política que rompe con todas las normas jurídicas y acaba con el derecho a la presunción de inocencia.

De este espectáculo son protagonistas las Fuerzas Militares, que permeadas bajo estas mismas directrices de recompensas, asensos y prebendas, venden su honor militar al convertirse en mercenarios del régimen, cuyas cabezas ruedan, hasta lo más alto de la oficialidad cuando llega el momento en que la barbarie es imposible de ocultar, y pagan el precio para que el Estado pueda eludir la responsabilidad política de su engendro, que genera falsos positivos donde mueren unos inocentes y otros, pagan con cárcel, todo con el fin de mostrar a la opinión pública resultados desesperados y dar a entender que se está ganando una guerra que no cesa ni se agota.

Nosotros, los prisioneros de guerra, apreciamos con optimismo la entrega unilateral de presos políticos que se encontraban en poder de las FARC – EP, valoramos a las personas, organizaciones y gobiernos, que han unido esfuerzos (a pesar de los obstáculos impuestos por Uribe y su corte) para hacer posible este gesto humanitario, el cual es una muestra más de la intención de abrir caminos que conduzcan al dialogo y a la paz con justicia social, bandera que las FARC – EP hemos hondeado en alto, a pesar de los muros que se levantan para ocultarla.

Es por eso que recluidos en las cárceles del régimen, llamamos al pueblo a reflexionar, a no pasar entero, a dudar de lo que se nos muestra como obvio, a utilizar esa malicia indígena que la conquista no logro aplacar. Invitamos a la juventud a seguir trabajando, luchando y construyendo, a los intelectuales a que desde la ciencia, la tecnología, las artes y las humanidades, reinventen el camino de la liberación del ser humano; a los oficiales, suboficiales, y soldados los invitamos a que no vendan más su conciencia.

La historia está mostrando claramente que este no es ni será el modelo, el desplome de Wall Street no es el final, es un comienzo, no es momento de creer en hecatombes sino de luchar por el planeta azul.

Hoy los prisioneros de guerra de la Penitenciaría Nacional de Oriente de Acacias – Meta, estamos convencidos de que el intercambio humanitario es posible, no se puede seguir ocultando el conflicto armado ni sus causas, las FARC – EP como fuerza beligerante, está llamada a participar, de primera mano, en la construcción del futuro de Colombia, en la reconciliación entre los hermanos, y esto parte de alcanzar acuerdos políticos que permitan generar procesos de discusión en torno a los temas gruesos de la nación.

Estamos atentos y prestos a las orientaciones del Estado Mayor Central o del Secretariado de las FARC – EP a este respecto; no creemos en las políticas de desmovilización ni de justicia y paz, pues estas responden al interés de la guerra sucia, han sido construidas con mentiras y a espaldas del pueblo; son antidemocráticas y responden a los intereses del gamonalismo narco paramilitar y no a la verdadera búsqueda de la paz y la reconciliación.

Invitamos a las organizaciones de derechos humanos, de juristas, a las ONG y demás entidades afines, de orden nacional e internacional a brindar acompañamiento a los presos políticos, en pro de la transparencia y la real justicia.

En memoria, de nuestro legendario Comandante en Jefe, Manuel Marulanda Vélez, cuyo ejemplo de dignidad, moral y coraje seguimos, repitiendo las frases escritas desde un campo de concentración nazi por el comunista checo Julius Fusik antes de morir: "Por la alegría nacimos, por la alegría morimos en el campo de batalla, que la cobardía y la tristeza jamás sean unidas a nuestros nombres"

Enero de 2009
Penitenciaría Nacional de Oriente, Acacias–Meta