CONTRA LA “SEGURIDAD DEMOCRATICA”: GUERRA DE TODO EL PUEBLO

Por: Germán Galvis / Guerrillero del Frente Antonio Nariño, Bloque Oriental de las FARC-EP (tomado de www.frentean.col.nu )
La batalla política de la administración actual por mostrar resultados ante los colombianos que diariamente esperan resultados positivos en sus grandes necesidades, no ha sido posible por la oligarquía criolla y parasitaria de nuestro país. Al contrario, los ciudadanos siempre encuentran ante las pantallas de sus televisores, los programas radiales, la prensa, comentarios entre vecinos, el desenmascaramiento de los paramilitares anclados en las autoridades locales, regionales y nacional. Todas estas administraciones untadas hasta los tuétanos del parauribismo dirigido desde palacio. Y, que montan y desmontan maquinarias para desviar los recursos de la nación hacia sus ambiciones personalistas. Las supuestas operaciones de exterminio lanzadas contra las FARC-EP, no ha sido más que una forma de maquillar el robo del presupuesto nacional donde solo dejan ante la mirada de los humildes colombianos las masacres de jóvenes, mendigos, labriegos, emboladores, drogadictos que recogen de campos y ciudades para asesinarlos en cualquier parte del país y posteriormente en complicidad con los grandes medios de comunicación, la iglesia y demás autoridades, pasarlos como guerrilleros muertos en combate. Ahora el Gobierno los llama falsos positivos o desapariciones extrajudiciales. Esas son las realidades del conflicto interno en Colombia por parte de las fuerzas militares.No quiere decir que no haya combates con los miembros de la fuerza paraestatal del Régimen, los hay, pero los resultados de los combates son otros donde el número de bajas de la fuerza pública es mayor a los verdaderos guerrilleros caídos en combate. No es hacer la guerra armando batallas en los escritorios como lo hacen los analistas del régimen Uribistas amparado por los medios de comunicación oligárquicos como marionetas y pescando en río revuelto de los Uribistas y demás demagogos de la política de “seguridad democrática”. Hemos sufrido bajas de importante responsabilidad en las estructuras de las FARC-EP, pero de igual manera ésta está diseñada para resolver de inmediato este tipo de incidentes, llenando los vacios con otros cuadros esclarecidos de la proyección estratégica del movimiento. Se olvidan que para la supuesta desmovilización de los paramilitares, la política que se trazaron en coordinación con Uribe, fue recoger miles de jóvenes de todos los barrios marginados de las principales ciudades del país y del campo, ofreciéndoles un sueldo de 300 mil pesos para que se colocaran los uniformes y rifles viejos e inservibles, desfilando posteriormente ante las cámaras de los medios de comunicación como los “temidos combatientes de las autodefensas” que se entregaban ante la buena fe del gobierno de Uribe, olvidándose que es éste su verdadero jefe político-militar. Y, es más sale el vicepresidente Francisco Santos en Ginebra pidiendo perdón a los familiares de los 11 jóvenes de Soacha que han sido asesinados por las fuerzas militares Uribistas. Siendo él el fundador del bloque capital de los paramilitares donde causaron por orden suya cientos de muertes, desapariciones y desplazamiento de civiles hacia otras ciudades y fuera del país. Esto es lo que Santos debería contarle a los colombianos, ese supuesto perdón es lo que el vicepresidente debería de hacerlo en Soacha ante los cientos de familiares de jóvenes asesinados, y no en Ginebra. Como también reconocer los 5.300 asesinatos de civiles que medio dan a conocer como “falsos Positivos” pasado por los medios de comunicación como guerrilleros muertos en combate y donde cínicamente los medios difunden que las autoridades tienen en investigación a 1.800 militares por este tipo de hechos y, Uribe-Santos qué? A los humildes bogotanos les corresponde la responsabilidad histórica de desenmascarar todo tipo de atropellos e inmoralidades de las autoridades capitalinas contra la buena fe de los ciudadanos. Un alto porcentaje de los que viven en las urbes de las ciudades es gente que fueron desplazados por la política paramilitar del régimen con el propósito de robarse como ha sido costumbre de ellos, sus tierras, ganado, gallinas, marranos, bestias, casa, almacenes, producciones agrícolas...Ahora que los concentraron en las ciudades hacen con sus hijos y familiares carne de cañón. Unos los convierten en víctimas de los falsos positivos, a otros los reclutan para engrosar las inmorales filas del ejército, a otros para los paramilitares, otro tanto para la prostitución infantil, mendigos, drogadictos, atracadores de sus mismos vecinos y donde solo les queda como forma de vivir los andenes, debajo de los puentes, los basureros, sitios llenos de lagunas y márgenes de los ríos Tunjuelito y Bogotá. Donde las víctimas pierden todo valor moral y ético de la personalidad, donde se pierde la iniciativa de unirse en una sola voluntad y pedir las reivindicaciones sociales. A todas estas personas que en su época fueron importantes para la política del estado dejándose engañar con falsas promesas con el solo objetivo de que dieran el voto por ellos. Las FARC ponen bajo la voluntad de todo el pueblo sus diferentes estructuras como el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, las Milicias Bolivarianas, las Milicias Populares, el Partido Comunista Colombiano Clandestino, los Frentes de las FARC y compañías y columnas disponibles, es acá donde está la verdadera Colombia. Y siempre lucha-mos por La Nueva Colombia, la Patria Grande y el Socialismo. Los problemas sociales, políticos, culturales, económicos, de salud, educación, vivienda, transporte, energía, agua potable, etc. Que viven la mayoría de bogotanos, es un problema de la política estatal y capitalina y no se puede resolver con los comedores comunitarios porque Colombia es un país que posee muchas riquezas naturales, tiene las mejores tierras para la producción agropecuaria, 3 cordilleras donde se desprende una gran riqueza hidrográfica de sur América, páramos como el de Sumapaz que ahora está siendo negociado por el Estado y una transnacional española que lo va a comprar para en el futuro privatizar todos sus cauces, proyecto que viene siendo adelantado por la Corporación Autónoma Regional (CAR), que supuestamente protege el medio ambiente y los parques regionales de Cundinamarca pero en beneficio de las transnacionales. Todo ciudadano que resida en Bogotá debe llenarse de valor patrio, colaborar con todas las personas de bien, contribuir en el secreto de miembros del partido, las milicias y guerrilleros. Ayudar a movilizarlo ocultándolo de toda persona malintencionada y engañada por el Estado, informándole al guerrillero y miliciano los que integran las redes de sapos para darlos de baja, ajusticiar a los que han desertado de las filas de FARC y se encuentran en los sitios de reinsertados, perseverar en el secreto, ayudarle a mover el mate-rial de guerra que se emplea contra la fuerza pública, empresas ligadas a la explotación de la mano de obra de los pobres y financiadores de la guerra sucia. Esas tienen que ser las verdaderas intenciones de los capitalinos.

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